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Valoración empresarial y retorno de la inversión (ROI)

Al profundizar en el ámbito de la compra o venta de un negocio, surge una consideración fundamental: el retorno de la inversión (ROI). Al evaluar el valor de una empresa, el ROI se convierte en sinónimo del rendimiento de una empresa dividido por la suma invertida. Para ilustrar:

Rendimiento de 100 000 $/inversión de 1 000 000 $ = Un notable retorno de la inversión del 10 %

Deducir el ROI es rápido y sencillo, lo que le permite contrastar las ganancias potenciales en diversas inversiones, lo que le permite tomar decisiones con astucia. Sin embargo, si bien comprender el retorno de la inversión resulta invaluable, es crucial reconocer sus limitaciones. Esta métrica pasa por alto elementos críticos como el tiempo y el apalancamiento, temas que exploraremos más a fondo en este discurso. Aunque rara vez se emplea para la valoración de empresas, comprender la influencia del ROI en el valor de una empresa y su susceptibilidad a innumerables factores puede aumentar significativamente su conocimiento.

En el ámbito de la valoración empresarial, el ROI se presenta como el recíproco de un múltiplo. Si el múltiplo es 4,0, el ROI equivale al 25%. Para ilustrar:

$1,000,000 EBITDA multiplicado por 4.0 múltiplo = $4,000,000 precio comercial, o

$1,000,000 de EBITDA dividido por $4,000,000 de precio comercial = 25% de retorno de la inversión

Para la mayoría de las pequeñas empresas, los múltiplos típicos oscilan entre dos y cuatro veces el SDE , lo que se traduce en un retorno de la inversión del 25 % al 50 %.

En el caso de las medianas empresas, los múltiplos comunes oscilan entre tres y seis veces el EBITDA , lo que corresponde a un retorno de la inversión del 16,6% al 33%.

En este articulo:

  • Investigamos factores adicionales que pueden afectar el ROI, incluido el crecimiento del valor del negocio.
  • Definimos los límites del ROI y destacamos varios factores que no tiene en cuenta.
  • Presentamos métodos alternativos para calcular la rentabilidad cuando el ROI no es aplicable.
  • Analizamos numerosos elementos que influyen en el ROI.
  • Ofrecemos orientación sobre cómo elegir entre SDE y EBITDA para la valoración empresarial y cómo estas opciones influyen en los resultados del ROI.
  • Llevamos a cabo una exploración exhaustiva de los pros y los contras del ROI, junto con estrategias prácticas para su aplicación inteligente para medir los posibles retornos comerciales.
  • Evaluamos la idoneidad de SDE y EBITDA para los cálculos de ROI y exploramos enfoques alternativos.

Continúe leyendo para obtener un desglose completo de la importancia del ROI en la valoración empresarial.

Devoluciones típicas

Contemple el siguiente gráfico, que muestra con confianza los rendimientos estándar (ROI) que abarcan tanto a las pequeñas como a las medianas empresas, junto con sus múltiplos correspondientes.

Valoración empresarial: conversión del ROI en múltiplo
retorno de la inversiónMúltipleNegocios de la calle principalEmpresas medianas
100%1.0
50%2.0
33.33%3.0
25%4.0
20%5.0
16.66%6.0
14.2%7.0
12.5%8.0

¿Cuál es el propósito de calcular el ROI?

El ROI se utiliza para comparar inversiones

La esencia del cálculo del ROI radica en su poder de yuxtaponer inversiones para mentes exigentes. En su búsqueda por optimizar la rentabilidad, los inversores gravitan indefectiblemente hacia oportunidades que ofrecen el retorno de la inversión más favorable en relación al riesgo. El acto de calcular el ROI en diversas inversiones simplifica la intrincada tarea de realizar comparaciones y opciones.

El retorno de la inversión se utiliza como método de valoración rápida desde el principio

El retorno de la inversión funciona como una evaluación rápida y preliminar, a menudo comparada con un enfoque “ de vuelta del sobre ”, que precede a la aplicación de métodos de evaluación de retorno más complejos como la tasa interna de retorno (TIR). El proceso de cálculo del ROI amplía la ventaja de un rápido escrutinio y priorización de posibles inversiones, culminando en una selección juiciosa de vías que justifican una exploración más profunda. La divergencia del ROI entre empresas y compradores, incluso para la misma empresa, contribuye significativamente a la amplitud de los rangos de valoración observados en el ámbito de la evaluación empresarial.

Considere este ejemplo: una empresa con un precio de 2.000.000 de dólares, que produce un EBITDA de 200.000 dólares. Con cálculos rápidos, se deduce rápidamente el atractivo de las inversiones alternativas. En este contexto, el ROI se sitúa en un modesto 10%. Lanzarse a una empresa que ofrece un retorno de la inversión del 10% puede encontrar pocos interesados ​​entre los inversores, especialmente cuando se presentan oportunidades más seguras y sin intervención, como bienes raíces o acciones. En su conjunto de herramientas de conocimientos de inversión, el ROI brilla como un paso preliminar pragmático antes de embarcarse en una evaluación más profunda de las perspectivas de una inversión.

El retorno de la inversión se utiliza como regla general

Considere el ROI como su regla práctica: un indicador pragmático que no busca precisión. Al igual que un sastre o un carpintero dependen de su pulgar para realizar mediciones rápidas, las reglas generales, incluido el retorno de la inversión, funcionan en la misma línea: son prácticas pero no están diseñadas con precisión. Así como su pulgar no está preparado para realizar mediciones con precisión milimétrica, el retorno de la inversión no pretende ser una ciencia exacta. Adoptar el ROI como una herramienta rápida y sencilla es un movimiento estratégico. Sin embargo, se deben aceptar sus limitaciones y su aplicación debe ejercerse con astucia en el cálculo del rendimiento de las inversiones.

ROI en todas las clases de inversión

El ROI es un instrumento fundamental que organiza comparaciones rápidas entre inversiones, ya sea dentro de una única clase de activos o trascendiendo a diversas categorías de activos. Contemple una yuxtaposición integral de rendimientos en un espectro de clases de activos.

 Una comparación de inversiones
InversiónDevolucionesLiquidezUso del apalancamientoRiesgo
Cautiverio1-4%AltoBajoMedio
Cepo6-10%AltoBajoMedio
Bienes raíces4-12%MedioAltoMedio
Empresas1-100%BajoMedioMuy alto

Ventajas de utilizar el ROI para valorar un negocio

Se destacan los beneficios clave que se derivan de adoptar el ROI:

  • Aplicabilidad generalizada: la belleza del ROI radica en su relevancia universal y su cálculo sin esfuerzo. Su amplia aceptación se traduce en una rápida evaluación y priorización de posibles inversiones.
  • Simplicidad redefinida: la brillantez del ROI brilla en su facilidad de uso, superando con creces las complejidades de cálculos como la tasa interna de retorno (TIR).
  • Comparaciones perfectas: el ROI funciona como un conducto perfecto para comparar fácilmente los rendimientos de las inversiones, ya sea con bienes raíces, acciones, bonos u otras empresas comerciales.

Desventajas de utilizar el ROI para valorar una empresa

Explorar los inconvenientes centrales del ROI revela ideas cruciales:

  • Tiempo ignorado: una de las limitaciones del ROI radica en su supervisión de las implicaciones temporales. Para remediar esto, considere emplear el ROI anualizado (dividiendo los retornos por años) u opte por la tasa interna de retorno (TIR) ​​para un análisis temporal más completo.
  • Apalancamiento no contabilizado: el retorno de la inversión no logra abordar la intrincada influencia del apalancamiento en los flujos de efectivo y los rendimientos. Una contramedida es aprovechar el “retorno de efectivo sobre efectivo” o TIR para una evaluación precisa del impacto del apalancamiento. A medida que aumenta el apalancamiento, se intensifica el potencial de ganancias o pérdidas, acompañado de mayores riesgos. Vale la pena señalar que las tasas de interés más altas amplifican el servicio de la deuda, lo que lleva a menores rendimientos. Si bien las tasas de interés más bajas aumentan los retornos, pueden inflar los precios de las empresas, contrarrestando así el beneficio percibido.
  • Se pasa por alto la apreciación del capital: a menudo, el retorno de la inversión evita las ramificaciones de la apreciación del capital. En la mayoría de los casos, únicamente se tienen en cuenta los flujos de caja continuos, como el EBITDA, dejando de lado la influencia del crecimiento en el valor de una empresa.
  • Valor potencial pasado por alto: el alcance del ROI no abarca el valor potencial de una inversión. Comparar dos empresas con retornos similares puede no reconocer el atractivo de una inversión altamente escalable y con mayor potencial, como un negocio de software.
  • Factores no financieros ignorados: el ROI omite el impacto de las facetas no financieras, incluido el valor de la libertad o los costos de oportunidad perdidos.
  • Riesgo no abordado : los riesgos no se exploran en los cálculos del ROI. Al comparar inversiones con rendimientos similares, la opción menos riesgosa podría resultar más atractiva, lo que enfatiza la necesidad de considerar el riesgo.
  • Inflación no considerada: la aplicación del ROI debe ser prudente al contrastar inversiones en períodos de tasas de inflación dispares. Para rectificar esto, utilice la tasa de rendimiento real para un análisis exhaustivo.
  • No apto para empresas emergentes: calcular el retorno de la inversión resulta difícil de manejar para las empresas emergentes. En este caso, los inversores sofisticados, como los capitalistas de riesgo, se inclinan por el flujo de caja descontado (DCF) como métrica de evaluación más adecuada.
  • Navegar por las limitaciones del retorno de la inversión revela un panorama matizado esencial para tomar decisiones de inversión informadas.

En conclusión, si bien el retorno de la inversión es un instrumento valioso, es primordial ejercer prudencia en su aplicación. Una comprensión profunda de sus limitaciones y objetivos previstos potencia su uso sensato, lo que resulta invaluable tanto para compradores como para vendedores y asesores de fusiones y adquisiciones.

¿Es un negocio realmente una inversión?

Esto plantea una pregunta fundamental: ¿Se puede clasificar una empresa como una “inversión”? El Oxford English Dictionary define una inversión como “la acción de invertir dinero con fines de lucro”, una descripción muy aplicable a una empresa. Sin embargo, es digno de mención que esta definición abarca únicamente la inversión de recursos monetarios, excluyendo la inversión del trabajo o esfuerzo personal de uno; esencialmente, el capital de sudor no está cubierto.

Para calcular eficazmente el rendimiento de una inversión, resulta imperativo desentrañar el valor de los esfuerzos personales. En términos más simples, esto implica restar el valor de su trabajo, o su remuneración, del SDE, lo que produce el EBITDA, que posteriormente sirve como base para los cálculos de rendimiento. La determinación del valor de su trabajo puede depender de:

  1. Su costo de oportunidad perdido (que representa ganancias potenciales en otros lugares).
  2. El salario de mercado relevante para el rol gerencial dentro de la empresa (suponiendo que asumirá las responsabilidades gerenciales).

Por ejemplo, considere un ingeniero de software que adquiere una cafetería. Si el costo de oportunidad de no practicar la ingeniería de software asciende a 150.000 dólares al año, mientras que el salario de mercado para el gerente de una cafetería (su función) es de 40.000 dólares, es más pragmático emplear su costo de oportunidad de 150.000 dólares al calcular los rendimientos potenciales. Esta elección se alinea con la noción de que sus ganancias potenciales en otros lugares tienen mayor peso.

Se vuelve imperativo prestar especial atención cuando surge una brecha sustancial entre el costo de oportunidad perdido y el salario predominante en el mercado para el puesto gerencial. Si la perspectiva de ganar sustancialmente más en un puesto corporativo asalariado ($150 000) eclipsa el salario estipulado del gerente ($40 000), puede indicar que el negocio podría no generar un retorno de la inversión favorable. Esto subraya precisamente por qué el valor de una empresa sigue dependiendo de la identidad del comprador .

Desmitifiquemos el cálculo del ROI para una pequeña empresa a través de sencillos pasos:

Comenzando con un cálculo sencillo:

SDE de $200 000 multiplicado por 3,0 = precio inicial de $600 000 = Impresionante retorno de la inversión del 33,33 %

Sin embargo, cuando tomamos en cuenta la deducción del valor de su trabajo en función del salario vigente en el mercado del gerente , la ecuación se transforma:

$200,000 SDE – $40,000 salario = $160,000 EBITDA

$160,000 EBITDA multiplicado por 4.0* = $620,000 precio inicial = Sólido 25.80% ROI

*Cabe destacar que los múltiplos de EBITDA generalmente superan los múltiplos de SDE.

Ahora, imagine restar el valor de su trabajo en relación con el costo de oportunidad perdido , culminando en este cálculo:

$200,000 SDE – $150,000 salario = $50,000 EBITDA

EBITDA de $50 000 dividido por $600 000 de precio inicial = ROI sustancial del 8,33 %

El retorno de la inversión (ROI) depende significativamente del monto del salario incluido en el cálculo, adaptado a sus circunstancias individuales. Profundicemos en los escenarios siguientes relacionados con una empresa que produce 250 000 dólares en SDE, valorada en un múltiplo de 3,0, equivalente a 750 000 dólares. Tenga la seguridad de que estos cálculos se basan en la confianza.

El efecto del salario del propietario en el ROI
basado en un SDE de $250 000 x 3,0 múltiplo
Salario$50,000$100,000$150,000$200,000$250,000
EBITDA
(SDE menos salario)
$200,000$150,000$100,000$50,000$0
Precio de venta
(múltiplo de SDE)
$750,000$750,000$750,000$750,000$750,000
ROI
(EBITDA dividido por el precio de venta)
26.66%20.00%13.33%6.66%0.00%

Ciertamente, aquí está el texto renovado en un tono confiado:

El ROI fluctúa según el costo de oportunidad del comprador, especialmente si el comprador participa activamente en el negocio. Básicamente, el valor del negocio es percibido de manera diferente por distintos compradores. Cuando el costo de oportunidad para el comprador es mínimo, el retorno de la inversión aumenta.

*Es importante tener en cuenta que los escenarios mencionados no incluyen ganancias en la apreciación del capital ni mejoras en el valor del negocio, que analizaremos a continuación.

Cuando reflexionamos sobre lo que realmente es una pequeña empresa, queda claro que es una inversión de otro tipo. Es esencialmente la adquisición de un rol: un trabajo.

Sin embargo, el valor de este trabajo no es uniforme: varía según el comprador. En consecuencia, el valor de una pequeña empresa está íntimamente ligado a la identidad del comprador.

La realidad subyacente es que un número significativo de pequeñas empresas dejarían de operar sin la participación continua del propietario. Para muchas de estas empresas, la marcha del propietario conduciría inevitablemente al cierre en cuestión de semanas o meses. En estos casos, la compra no es tanto un negocio sino un trabajo.

¿Es indeseable conseguir un empleo por este medio?

En absoluto, especialmente si se trata de un trabajo favorable según su criterio personal de "favorable". No hay ningún problema en comprar un trabajo si el trabajo que estás comprando supera lo que podrías conseguir de forma gratuita. Numerosas personas pueden obtener mayores ingresos mediante la propiedad de un negocio que mediante el empleo tradicional.

Tomemos el ejemplo de un inmigrante coreano que no habla inglés. Encontrar un trabajo bien remunerado puede ser un desafío, pero ser propietario de una pequeña empresa, como una licorería, probablemente podría generar ingresos de seis cifras. Esto explica la prevalencia de pequeñas empresas propiedad de inmigrantes en Estados Unidos. Pueden generar más ingresos con estas empresas que con trabajos regulares. Su disposición a “comprar un trabajo” en forma de negocio surge del sentido financiero y del elevado potencial de ingresos que ofrece.

Tengan la seguridad de que esta perspectiva subraya la lógica detrás de la viabilidad financiera de la propiedad empresarial.

Lo que el ROI ignora al valorar una empresa

El ROI ignora el valor de la libertad y la oportunidad

Dejando a un lado las consideraciones sobre el retorno de la inversión, existe un ámbito de elementos no financieros que merecen atención, ejemplificados de manera destacada por el principal impulsor que empuja a las personas hacia el autoempleo: la libertad. Una extensa investigación subraya el hecho de que una motivación primordial para emprender viajes empresariales es el valor inherente atribuido a la libertad. Lamentablemente, el empleo convencional a menudo no logra alcanzar esta codiciada autonomía. ¿Cuándo fue la última vez que pudo dejar rápidamente su trabajo para atender a un niño enfermo y luego saborear una cerveza fría, saborear una pizza y compartir películas con su hijo durante las horas del día? En el ámbito de la propiedad de pequeñas empresas, el lujo de la libertad desenfrenada es su prerrogativa: participar en lo que desee, cuando lo desee, junto a quien quiera. Ésa es la promesa inequívoca de este camino liberador.

Por diversas que sean las aspiraciones, la libertad adquiere distintos grados de importancia para cada individuo. Este espectro dinámico de valores es lo que amplía los rangos potenciales de valoración de las empresas, creando un panorama expansivo. Las pequeñas empresas, en esencia, aportan una serie de ventajas no financieras que desafían inherentemente una cuantificación precisa: estos atributos tienen un valor singularmente variable a los ojos de diferentes personas. En consecuencia, la valoración de una pequeña empresa se sitúa en el ámbito de la alta subjetividad.

Si bien superficialmente un trabajo puede parecer “gratuito”, el costo real de ese trabajo a menudo se traduce en una pérdida de libertad. Esta misma comprensión impulsa a una parte sustancial de los empresarios, incluido yo mismo. En lugar de conformarse con un trabajo que no cuesta nada pero que carece de perspectivas de libertad, muchos optarían por invertir en un negocio que no sólo promete ganancias sino, más importante aún, ofrece el potencial de una autonomía liberadora. Para quienes valoran la libertad, el costo de lo “gratis” puede superar con creces su costo literal, si implica renunciar a esa preciosa libertad. Como bien lo expresó Henry David Thoreau: “ El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que intercambias por ello. "

Es crucial reconocer las limitaciones inherentes de cualquier modelo financiero. Los modelos financieros son construcciones fundamentalmente numéricas. Cuando las decisiones se destilan únicamente a través de una lente financiera, inherentemente dejan de lado los elementos cualitativos, factores que tienen mayor influencia para muchas personas que todas las métricas cuantitativas combinadas. El ámbito de los modelos financieros descuida dimensiones cualitativas como la esencia intangible de la libertad. Si bien es posible intentar cuantificar estos aspectos cualitativos, fijar un valor exacto en dólares a algo tan etéreo como la libertad personal sigue siendo un desafío formidable.

El ROI ignora los efectos de la apreciación del capital

Piense en McDonald's, Walmart y Starbucks. Todos comparten un hilo común: colectivamente han acumulado miles de millones de dólares en ganancias de capital para sus propietarios. Normalmente, la mayor parte de la riqueza general de un empresario está inmovilizada en forma de apreciación del capital dentro de sus negocios.

Cuando se trata de calcular el ROI, es de suma importancia tener en cuenta el impacto de la apreciación del capital, que denota el crecimiento del valor de una empresa. En la mayoría de los escenarios, el valor de una empresa aumenta en correlación con el crecimiento de sus ganancias, aunque no necesariamente en proporción directa. Además, también existe la posibilidad de un repunte gradual en el múltiplo del negocio, lo que técnicamente se denomina “expansión múltiple”. Profundicemos en algunos escenarios para tener una imagen más clara.

El ROI y los efectos de la apreciación del capital en el valor de una empresa
supone una tasa de crecimiento anual del 5% en EBITDA
AñoTasa de crecimiento anual en EBITDAEBITDAMúltipleValor del Negocio
(EBITDA x Múltiplo)
retorno de la inversión
15%500,0003.001,500,000
25%525,0003.101,627,5009%
35%551,2503.201,764,00018%
45%578,8133.301,910,08127%
55%607,7533.402,066,36138%
65%638,1413.502,233,49349%
75%670,0483.602,412,17261%
85%703,5503.702,603,13674%
95%738,7283.802,807,16587%
105%775,6643.903,025,090102%

*Asume un aumento anual de 0,10 (ej: 3,2 a 3,3) en el múltiplo (cuanto mayor sea el EBITDA, mayor será el múltiplo).

El retorno de la inversión y los efectos de la apreciación del capital en el valor de una empresa

Asume una tasa de crecimiento anual del 20% en EBITDA

AñoTasa de crecimiento anual en EBITDAEBITDAMúltipleValor del
negocio
retorno de la inversión
120%500,0003.001,500,000
220%600,0003.251,950,00030%
320%720,0003.502,520,00068%
420%864,0003.753,240,000116%
520%1,036,8004.004,147,200176%
620%1,244,1604.255,287,680253%
720%1,492,9924.506,718,464348%
820%1,791,5904.758,510,054467%
920%2,149,9085.0010,749,542617%
1020%2,579,8905.2513,544,423803%

Es importante señalar que una tasa de crecimiento del 20% claramente no es viable a largo plazo. No obstante, este ejemplo demuestra vívidamente el impacto significativo de la apreciación del capital en el ROI.

Ahora, procedamos a calcular la influencia de incorporar el EBITDA acumulado del negocio en el cálculo del ROI.

El ROI y los efectos de la apreciación del capital en el valor de una empresa
supone una tasa de crecimiento del 5% en el EBITDA
AñoTasa de crecimiento anual en EBITDAEBITDAMúltipleValor del
negocio
Más
EBITDA acumulado
Totalretorno de la inversión
15%500,0003.001,500,000500,0002,000,0000
25%525,0003.101,627,5001,025,0002,652,50077%
35%551,2503.201,764,0001,576,2503,340,250123%
45%578,8133.301,910,0812,155,0634,065,144171%
55%607,7533.402,066,3612,762,8164,829,176222%
65%638,1413.502,233,4933,400,9565,634,449276%
75%670,0483.602,412,1724,071,0046,483,176332%
85%703,5503.702,603,1364,774,5547,377,690392%
95%738,7283.802,807,1655,513,2828,320,448455%
105%775,6643.903,025,0906,288,9469,314,036521%

 

El ROI y los efectos de la apreciación del capital en el valor de una empresa
supone una tasa de crecimiento del 20% en el EBITDA
AñoTasa de crecimiento anual en EBITDAEBITDAMúltipleValor del
negocio
Más
EBITDA acumulado
Totalretorno de la inversión
120%500,0003.001,500,000500,0002,000,0000
220%600,0003.251,950,0001,100,0003,050,000103%
320%720,0003.502,520,0001,600,0004,120,000175%
420%864,0003.753,240,0002,684,0005,924,000295%
520%1,036,8004.004,147,2003,720,8007,868,000425%
620%1,244,1604.255,287,6804,964,96010,252,640584%
720%1,492,9924.506,718,4646,457,95213,176,416778%
820%1,791,5904.758,510,0548,249,54216,759,5971017%
920%2,149,9085.0010,749,54210,399,45121,148,9931310%
1020%2,579,8905.2513,544,42312,979,34126,523,7641668%

A menos que tenga la capacidad de pronosticar el valor futuro de una empresa, el cálculo preciso del ROI sigue siendo difícil de alcanzar. Si bien se puede hacer una estimación o proyección fundamentada del ROI, sigue siendo precisamente eso: una aproximación.

Al intentar determinar el ROI en el contexto de la adquisición de una empresa, es imperativo tener en cuenta la influencia del crecimiento en el valor de la empresa. Naturalmente, esta influencia variará, siendo menos pronunciada para empresas con trayectorias de crecimiento más bajas, como el comercio minorista, y más sustancial para entidades de alto crecimiento como las del sector tecnológico. Sin embargo, incluso con un cálculo meticuloso, el resultado sigue siendo, en el mejor de los casos, un indicador aproximado.

Calcular el ROI para las empresas plantea inherentemente más desafíos en comparación con otras inversiones, por ejemplo, bienes raíces, debido a las complejidades asociadas con la proyección del valor futuro de una empresa.

El ROI ignora los efectos del tiempo (devoluciones anualizadas)

El ROI opera en un ámbito ajeno al paso del tiempo y sus efectos sobre la rentabilidad. Ya sea que una inversión produzca un retorno de la inversión del 20% en un año o se prolongue a lo largo de una década, el retorno de la inversión permanece constante, indiferente al lapso de tiempo. Su verdadera utilidad surge cuando se comparan dos inversiones, confinadas en períodos de tiempo idénticos para una comparación justa.

Alternativamente, podemos aprovechar el potencial de la anualización para medir el ROI anualmente. Por ejemplo, si el retorno de la inversión es del 50 % en cinco años, el retorno de la inversión anualizado equivale al 10 %.

Si bien métricas adicionales como la tasa interna de rendimiento (TIR) ​​también pueden llamar la atención, es importante reconocer que calcular la TIR plantea una mayor complejidad y no es tan fácilmente accesible para el inversor promedio.

El ROI ignora los efectos del apalancamiento (“retorno efectivo sobre efectivo”)

Además, el ROI no tiene en cuenta la influencia del apalancamiento (como la financiación bancaria) en la rentabilidad. Profundicemos en múltiples escenarios para comprender cómo el apalancamiento afecta el ROI:

El impacto del apalancamiento en el retorno de la inversión y el valor empresarial
supone un pagaré a 10 años con un interés del 6 %
10% de descuento25% de descuento50% de descuentoTodo en efectivo
EBITDA1,000,0001,000,0001,000,0001,000,000
Precio del negocio4,000,0004,000,0004,000,0004,000,000
Depósito400,0001,000,0002,000,0004,000,000
Servicio de Deuda Anual479,604399,672266,4480
Flujo de caja después del servicio de la deuda520,396600,328733,5521,000,000
Devolución de efectivo sobre efectivo130.10%60.03%36.68%25.00%

 

El impacto del apalancamiento en el retorno de la inversión y el valor empresarial
supone un pagaré a 10 años con un interés del 8 %
10% de descuento25% de descuento50% de descuentoTodo en efectivo
EBITDA1,000,0001,000,0001,000,0001,000,000
Precio del negocio4,000,0004,000,0004,000,0004,000,000
Depósito400,0001,000,0002,000,0004,000,000
Servicio de Deuda Anual524,124436,776291,1800
Flujo de caja después del servicio de la deuda475,876563,224708,8201,000,000
Devolución de efectivo sobre efectivo118.97%56.32%35.44%25.00%

Como se desprende de los cuadros anteriores:

  • El retorno de la inversión aumenta junto con un mayor apalancamiento.
  • Los rendimientos se ven notablemente influenciados por los tipos de interés vigentes.
  • Un aumento en las tasas de interés corresponde a una caída en los rendimientos.
  • Un apalancamiento amplificado conduce a un mayor servicio de la deuda, elevando así el riesgo.

¿Cómo utilizo el ROI para valorar una empresa?

En el contexto de vender su negocio, confiar únicamente en el ROI puede no ofrecer la medida más pertinente o valiosa para determinar el valor de su negocio. La ventaja clave de emplear el retorno de la inversión radica en su naturaleza rápida y sencilla: es un método útil y práctico que se puede emplear rápidamente.

Los inversores experimentados poseen la habilidad de calcular mentalmente el ROI de una inversión potencial en cuestión de segundos, lo que les permite evaluar rápidamente si una oportunidad merece una mayor consideración. El ROI sirve a los compradores como herramienta para yuxtaponer dos inversiones potenciales o para evaluar rápidamente la necesidad de profundizar en la investigación de una oportunidad de inversión particular.

Tomemos en cuenta un escenario práctico:

Imagina que un amigo presenta una propuesta de inversión relacionada con su negocio. Buscan pedir prestado $200.000 y comprometerse a reembolsarle $300.000 durante una década. Un rápido cálculo mental produce:

  • Retorno = $100,000 ($300k – $200k)
  • Retorno de la inversión = 50 % ($100 000 / $200 000)
  • ROI anualizado = 10 % ($100 000 / 10 años, sin capitalización)

Un simple vistazo revela que pocos inversores experimentados contemplarían esta inversión después de dedicar unos segundos a evaluar su rendimiento potencial. ¿Por qué optar por una aventura en el ámbito de las startups con un retorno de la inversión del 10% cuando los rendimientos históricos de las acciones públicas oscilan constantemente entre el 8% y el 10%?

En un giro de su aplicación, el ROI se puede revertir para calcular el monto de reembolso requerido, en función de los rendimientos deseados. Por ejemplo, si las acciones públicas rinden un 8% y esta inversión se percibe como de cuatro a cinco veces más riesgosa que las acciones públicas establecidas, sería necesario un robusto retorno de la inversión anualizado del 32%-40% para compensar el riesgo inherente de la inversión. Para una inversión inicial de 200.000 dólares, el objetivo sería obtener aproximadamente 1.000.000 de dólares en apenas cinco años, teniendo en cuenta efectivamente el factor de riesgo.

Así es como realicé rápidamente este cálculo mental:

  • Primero, calculé el nivel de riesgo de la inversión para establecer el retorno de la inversión deseado. Reconociendo la tasa de fracaso notablemente alta de las nuevas empresas, junto con los costos operativos y las complejidades de supervisar una participación menor en tales empresas, el rendimiento debía ser al menos de cuatro a cinco veces el rendimiento histórico de las acciones públicas. Con un rendimiento supuesto del 8% sobre las acciones públicas, multiplicarlo por cuatro o cinco arrojó el rendimiento objetivo del 32%-40%. Este retorno sustancial tiene en cuenta la tasa de fracaso inherente del 50% de la startup.
  • Aplicando la “regla del 72” (una fórmula que predice el tiempo de duplicación de una inversión en función de su tasa de rendimiento), determiné que una inversión se duplicaría dos veces en cuatro años con una tasa de rendimiento del 36%. Esto impulsó la inversión inicial de $200 000 a $400 000 en el segundo año y a $800 000 en el cuarto año.
  • Sobre la base de esto, agregué el 30 % de $800 000 ($240 000) para llegar a $1 000 000.
  • Este proceso integral se desarrolló en unos 10 segundos de cálculo mental. La belleza de utilizar el ROI radica en su rapidez y facilidad. Durante un almuerzo habitual con un asociado de capital privado, estos cálculos podrían realizarse fácilmente varias veces. No es práctico recurrir a una calculadora cada vez e interrumpir el ritmo de la conversación, por lo que los profesionales en el campo realizan hábilmente estos cálculos mentalmente, manteniendo al mismo tiempo un compromiso ininterrumpido. Esta habilidad es una segunda naturaleza para quienes se dedican a fusiones y adquisiciones, capital de riesgo o capital privado.

Observe cualquier episodio de “Shark Tank” y notará los frecuentes casos en los que los jueces evalúan los posibles rendimientos de las inversiones. Esto refleja cómo funciona en realidad el ROI: un criterio de evaluación rápido y rudimentario.

Permítanme brindarles un segundo ejemplo, que muestra una imagen vívida de la aplicación práctica del ROI

Imagínese el propietario de un negocio que busca 10.000.000 de dólares para su negocio, con un rendimiento neto de 2.000.000 de dólares al año. Inicialmente, el retorno de la inversión es del 20%. Sin embargo, las cosas toman un giro interesante si consideramos que el negocio, al ser de naturaleza mayorista, requiere una compra de inventario de $5,000,000, distinto del precio de lista. Este ajuste desplaza el ROI al 13,33% ($2.000.000 / $15.000.000 = 13,33%). En esta coyuntura, es una situación que requiere una investigación más cercana, un punto en el que profundizar en aspectos como el impacto del apalancamiento, el riesgo comercial y el potencial latente se vuelve crucial.

Supongamos que el inventario se puede financiar a una tasa de interés del 6%, lo que da como resultado un interés anual de $300 000 sobre el inventario ($5 000 000 x 6 % = $300 000). El EBITDA recalibrado después del servicio de la deuda asciende ahora a 1.700.000 dólares, lo que corresponde a un retorno de la inversión del 17%.

Si en los últimos años se han producido una disminución de los ingresos, los márgenes brutos o la rentabilidad, el cociente de riesgo para este negocio aumenta. Un retorno de la inversión del 17% no se mantendría en tales circunstancias, especialmente considerando que los rendimientos de las acciones públicas suelen oscilar entre el 8% y el 10%.

Sin embargo, si el propietario reclama un EBITDA de 2.000.000 de dólares, es fundamental examinar meticulosamente su cálculo de EBITDA. ¿Qué se incluye exactamente en sus cálculos? ¿Muestra una postura asertiva? ¿Están incluidos los gastos salariales? ¿Se pasa por alto algún posible ajuste?

Otros factores fundamentales también pasan a primer plano: el impacto del apalancamiento en la financiación de adquisiciones, los gastos de capital anuales (CapEx), la necesidad de una infusión adicional de capital de trabajo y la estabilidad y previsibilidad de los flujos de efectivo.

En las conversaciones, el ROI sirve como una valiosa brújula que guía el discurso a través de un descubrimiento gradual de conocimientos. Con cada capa despejada, se profundiza y, a medida que lo hace, los rendimientos evolucionan en respuesta a las nuevas facetas que afectan los rendimientos o el riesgo empresarial. En consecuencia, constantemente mide mentalmente el ROI a medida que avanza la discusión, enriqueciendo su comprensión del negocio.

En la práctica, esta exploración puede llevarlo a adoptar una versión de ROI personalizada. Sin embargo, la intención central permanece inalterada: evaluar oportunamente el retorno de la inversión para facilitar las comparaciones o acelerar el juicio sobre si vale la pena realizar la inversión (y, por extensión, la conversación). El retorno de la inversión funciona como una regla general intuitiva que facilita comparaciones rápidas de los retornos de la inversión.

Tenga cuidado al emplear el ROI como criterio para evaluar la adquisición de una pequeña empresa. Si bien calcular el ROI es sencillo, no tiene en cuenta numerosas variables fundamentales. Antes de embarcarse en un cálculo del ROI, es prudente tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Comience por comprender el motivo detrás del cálculo del ROI : ¿para qué sirve?
  • Establece los criterios que guiarán tu decisión, abarcando tanto aspectos cuantificables como cualitativos. Si sus criterios se inclinan mucho hacia lo cuantitativo, tenga en cuenta que ninguna fórmula matemática puede abordar consideraciones cualitativas.
  • Reflexione sobre si está iniciando una empresa de inversión o esencialmente comprando un trabajo. Si su intención es la adquisición de empleo, es posible que el ROI no sea la métrica más adecuada.
  • Sopesar la conveniencia de utilizar SDE o EBITDA como medida de flujo de efectivo preferida.
  • Asigna un valor a tu trabajo personal dentro de la ecuación.
  • Contempla el valor de la libertad en tu evaluación y determina si debería afectar significativamente tu decisión. Si la libertad tiene un valor sustancial, priorice las empresas que prometan el mayor grado de autonomía.
  • Tenga en cuenta el costo de oportunidad en el que incurrirá.
  • Tenga en cuenta los efectos de la oportunidad y la apreciación del capital, algo particularmente relevante si estos factores son importantes. En tales casos, priorice las empresas con un potencial de crecimiento sustancial.
  • Reconocer el papel del factor tiempo en los cálculos de rentabilidad.
  • Explore diversos escenarios para evaluar cómo el apalancamiento podría influir en sus rendimientos.
  • Considere alternativas al ROI , como de efectivo sobre efectivo o la tasa interna de retorno.
  • Si está tratando el negocio como una inversión, yuxtaponga su ROI con el de otras vías de inversión como acciones, bonos o bienes raíces.

Cada una de estas consideraciones, entre otras, es fundamental al sopesar las perspectivas y los costos relacionados con la adquisición de un negocio específico.

Con este enfoque integral, podrá navegar con confianza por las complejidades de la evaluación empresarial.

¿Debo utilizar SDE o EBITDA para calcular el ROI?

En el cálculo del ROI, ¿qué métrica (SDE o EBITDA) debería emplearse para evaluar el valor de una empresa?

  • Opte por SDE a la hora de valorar las pequeñas empresas.
  • Opte por el EBITDA al evaluar las medianas empresas.

La distinción es clara. SDE engloba el salario del propietario, mientras que EBITDA lo excluye. Para ilustrar:

Valoración empresarial y flujo de caja: cálculo de SDE frente a EBITDA
SDEEBITDA
Lngresos netos$500,000$500,000
Salario del propietario$200,000 (incluido en el cálculo)$200,000 ( no incluido en el cálculo)
Total$700,000$500,000

Utilice SDE para valorar las pequeñas empresas

El SDE abarca el salario del propietario, y esto tiene sentido considerando que la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas están plenamente involucrados en la operación. Es un reflejo del hecho de que es probable que un nuevo comprador también esté inmerso en el negocio a tiempo completo. SDE sirve como método de valoración para pequeñas empresas en las que el propietario entrante asumirá responsabilidades de tiempo completo después del cierre. Por ejemplo, si un individuo compra una pequeña empresa que gana $100 000 al año y se pone en la piel de un gerente de tiempo completo que antes ganaba $50 000, sus ganancias totales ascenderán a $150 000 al año ($100 000 de ingreso neto + $50 000 de salario). Para el comprador es irrelevante si los ingresos proceden de beneficios empresariales o de su propio salario; el punto fundamental es que se están embolsando aproximadamente 150.000 dólares al año. Este ejemplo demuestra perfectamente cómo el SDE resume tanto las ganancias empresariales como el salario del propietario.

Utilice el EBITDA para valorar las medianas empresas

El EBITDA excluye deliberadamente el salario del propietario, un enfoque deliberado a la luz de cómo funcionan la mayoría de las medianas empresas. Estos negocios suelen estar dirigidos por un equipo de gestión dedicado, una estructura que persiste después de la adquisición. El EBITDA sirve como piedra angular de valoración para las medianas empresas, donde las riendas se entregan a un director ejecutivo que no es propietario y a un equipo directivo capaz al momento del cierre. Por ejemplo, en los casos en que un grupo de capital privado (PEG) adquiera una empresa, incorporarán a un director ejecutivo para orquestar las operaciones posteriores a la adquisición. Si el negocio produce un ingreso neto de $1,200,000, teniendo en cuenta la compensación anual del propietario de $200,000, el EBITDA asciende a $1,000,000 (con SDE en $1,200,000). Esta alineación surge cuando la empresa adquirente asignará un nuevo director ejecutivo con un salario anual de 200.000 dólares.

Al comparar inversiones, es prudente calcular el ROI utilizando el EBITDA, ya que encapsula el flujo de efectivo restante después de considerar el salario del propietario, lo que refleja la realidad de que alguien supervisará las operaciones comerciales después del cierre, generalmente no de forma voluntaria. En consecuencia, el cálculo del ROI debe tener en cuenta el salario razonable del propietario al deducir el flujo de caja disponible.

Una conclusión importante aquí es que utilizar SDE para calcular el ROI produce un ROI más alto en comparación con el EBITDA. Esto se debe a la inclusión del salario del propietario en el flujo de caja, lo que eleva el flujo de caja y genera mayores rendimientos. Para cualquier negocio que requiera la participación de tiempo completo del nuevo propietario, se requiere un retorno más sustancial para cubrir este compromiso, lo que posteriormente conduce a un múltiplo o ROI reducido. Del mismo modo, las medianas empresas obtienen múltiplos más altos (menor retorno de la inversión) en comparación con las pequeñas empresas, ya que a menudo implican un equipo de gestión competente y no siempre exigen la participación activa del propietario entrante después de la adquisición.

Consejos para utilizar el ROI para valorar una empresa

Valide la precisión del flujo de caja: tenga en cuenta que todas las métricas de rendimiento (ROI, TIR, etc.) dependen de una evaluación del flujo de caja impecablemente precisa. En el proceso de cálculo del ROI, es fundamental garantizar que la cifra de flujo de caja empleada sea nada menos que precisa. Confiar en las afirmaciones de alguien sobre el flujo de caja al pie de la letra es un escollo que hay que esquivar. El hecho de que alguien proclame un EBITDA de 5 millones de dólares no significa que sea inherentemente cierto. Se requiere vigilancia, especialmente cuando se ajusta el salario del propietario, particularmente si varios miembros de la familia desempeñan un papel en el negocio o si el salario del propietario carece de objetividad y no se alinea con las tasas vigentes en el mercado.

Tenga en cuenta las disparidades: la tasa de rendimiento demuestra su valía al comparar inversiones que comparten criterios similares. Por ejemplo, sería inútil emplear el ROI para comparar inversiones con criterios dispares como los siguientes:

Inversión AInversión B
Periodo de tiempo1 año5 años
Aprovechar0% de apalancamiento80% de apalancamiento (o se financia el 80% de la inversión)
PotencialInversiones similares generan retornos del 4-6%Rentabilidad anual potencial del 25%
RiesgoTasa de fracaso del 0,1%Tasa de fracaso del 50%

En el contexto de comparar dos inversiones, es imperativo que se alineen en los siguientes aspectos clave:

– Plazo
– Apalancamiento
– Potencial
– Riesgo

Cuando estos elementos están en armonía, se puede establecer una comparación significativa. Sin embargo, cuando surgen disparidades, es crucial implementar los ajustes necesarios para acomodarlas adecuadamente.

Alternativas al retorno de la inversión

El retorno de la inversión demuestra ser un activo valioso cuando se comprenden bien sus limitaciones. Sin embargo, hay casos en los que es posible que desee incorporar elementos que quedan fuera del alcance del ROI, como los efectos del tiempo o el apalancamiento. Afortunadamente, hay una variedad de alternativas a su disposición para calcular los rendimientos teniendo en cuenta estas consideraciones adicionales. Cada una de estas alternativas presenta su propio conjunto de fortalezas y debilidades.

Rentabilidad de efectivo sobre efectivo o rentabilidad sobre capital (ROE)

La rentabilidad efectivo sobre efectivo entra en juego cuando se apalanca o financia parte de una transacción. Si realiza un pago totalmente en efectivo, tanto la devolución en efectivo como el retorno de la inversión siguen siendo idénticos. Sin embargo, cuando se trata de apalancamiento, el rendimiento de efectivo sobre efectivo sirve como métrica para medir los efectos del financiamiento sobre los rendimientos.

Por ejemplo, la rentabilidad de efectivo sobre efectivo es fundamental a la hora de evaluar la rentabilidad de las inversiones inmobiliarias debido a su potencial de financiación, a diferencia de su uso en las inversiones en el mercado de valores. Este cálculo también ayuda a determinar la combinación óptima de deuda y capital al adquirir una empresa. Al ejecutar varios escenarios, puede comparar diversas estrategias de capitalización e identificar la estructura de financiación que maximiza la rentabilidad y al mismo tiempo contiene el impacto del riesgo.

Tasa Interna de Retorno (TIR)

La TIR se destaca como un indicador integral para la evaluación de la rentabilidad, que abarca las influencias tanto del apalancamiento como del tiempo. Sin embargo, su cálculo demanda esfuerzo y tiempo debido a su complejidad. La eficacia de la TIR está estrechamente ligada al período de tenencia de la inversión. Entre quienes emplean con frecuencia la TIR para calcular el rendimiento se encuentran las entidades de capital privado y de capital de riesgo. Además, el panorama incluye iteraciones más avanzadas de la TIR, incluida la tasa interna de rendimiento modificada (TIRM).

Tasa de rendimiento real

La tasa de rendimiento real sigue siendo una medida sólida, que tiene en cuenta el impacto de la inflación en los rendimientos. En un escenario en el que el valor de una empresa aumenta un 8% en un año, pero la inflación se sitúa en el 4%, la ganancia real es del 4%. Si bien los asesores financieros personales utilizan con frecuencia la tasa de rendimiento real, su aplicación en las evaluaciones de adquisiciones es menos frecuente, a menos que entre en juego una variación sustancial en las tasas de inflación entre los períodos de inversión que se comparan.

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